Lovers y haters, una historia de internet

Las tribus urbanas, esas que en otras épocas se distinguían por su aspecto fuera de lo común (raro es una palabra que me gusta poco): mods, rockers, punks, heavys, tecnos, hippies, skins, raperos… el caso es que esto del aspecto ha pasado de moda, ahora tenemos su equivalente en internet, un par de ellas hora, pero muchas más en el futuro, seguro. Hablo de los haters y lovers, que en cierto modo ya existían, pero con la inmunidad y aplomo de la no presencia física que dan las redes sociales se sobredimensionan fácilmente.

¿Que es un hater?

Fácil, el que odia, llamarlo odiador quedaba un poco cutrillo, demasiado castizo, así que nos vamos al inglés que “mola mazo” y nombramos así a esos que odian todo: Odian a Fernando Alonso cuando gana(ba) mundiales, odian a Amancio Ortega cuando hace donaciones, odian a Rafa Nadal cuando remonta partidos imposibles, odian, odian, odian… y razonan su odio de la manera más apasionada posible, a capa y espada.

¿Y qué hay de los lovers?

También fácil, son los amantes, otra vez, mira que la palabra amante es bonita en castellano y nos vamos al inglés de nuevo, vuelve a “molar mazo”. Estos normalmente “aman” algo, como lo de decir que eres amante de alguien queda mal (para eso están los fans), normalmente son amantes de marcas o productos o productos de una marca: Apple lovers son el primer ejemplo que se me viene a la cabeza.

¿Nos vas a contar algo nuevo?

Pues de momento no, deciros estas dos tribus de las redes sociales son complementarias y que todos tenemos algo de ellos. De la misma forma que hay madrilistas y barcelonistas y unos y otros quieren que gane su equipo, también quieren que el otro pierda, se humille, se unda… y si puede ser hasta que desaparezca. Un apple lover mirará con cierto desden a ese móvil android igual o mejor que el suyo que tiene el compañero de oficina, es un lover pero… como molaría que ese móvil se incendiara solo, cosa que nunca, nunca, nunca pasaría con un apple.

¿Ya está?

No, en realidad toda esta chapa es para hablaros de la tribu social 2.0 que más odio, soy su hater particular, y hasta les he puesto nombre (en inglés, por supuesto): los mythinger. Son una subespecie de los dos anteriores, lovers extremos de sus cosas y haters de todas las demás. El otro día me dijo un amigo sobre las críticas cinematográficas de otro: “sólo hay dos tipos de películas, las buenas, las que le gustan a él y las malas que son el resto”. Esto que puede ser casi normal, a todos nos gustan unas cosas y que ignoramos otros, en el mundo digital este que habitamos se ha convertido en lo mío es lo bueno y el resto una mierda (perdón). Conozco muchos de estos, cada vez más y cada vez con más cosas, parece que sólo puede haber un deporte en el mundo, que sólo puede haber una marca de teléfonos…

Lo mejor de lo mejor es cuando llega el día por el que que todos los mythingers pasan y el resto disfrutamos, ese en el que el mythinger cambia de opinión, ese en que la mierda se convierte en oro cual toque caricia de rey Midas y el oro anterior pierde su brillo hasta tomar un tono marronaceo. Va en su ADN, siguen siendo mythingers, pero como la energía, sólo se transforman sin perder una gota de su elocuencia.

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