Hablar por hablar

Creo que voy a titular así pero con un númerito todos los días que me quede con ganas de decir una gran verdad para cumplir con la frase esa de “por la paz un Ave María” Hoy tengo que decir que he aprendido mucho, pero mucho mucho, antes de decidir si algo es una mala noticia hay que estar seguro si el resto realmente opinan que la es.

El caso es que en los últimos días me ha tocado dar una noticia, que yo consideraba mala, una de esas cosas que parece que van a cambiar el futuro de cierta gente (mucha o poca, da igual) pero que sólo lo parece, o solo lo parecía a mi.

Cuando escuchas respuestas como:

  • Era de esperar, me alegro
  • Por fin, ya ha costado, que respiro
  • ¡¡¡ Qué paz !!! ya era hora

Lo que te queda es reflexionar y aprender. Reflexionar porque resulta que algo que parecía inmensamente problemático para mí no lo era, reflexionar porque hay que hablar más con la gente de temas polémicos para poder entender el grado de importancia de las cosas, reflexionar porque está claro que la opinión de muchos vale más que la opinión de unos pocos.

Y aprender también toca, porque resulta que de las malas situaciones se aprende… pero se aprenden buenas y malas cosas. Las buenas de los malos, que siempre las tienen, sino no están donde están, unas veces es la ambición, otras el super-ego, otras… esas cosas que siendo malas en cierto grado son buenas. Y las malas, pues bueno, suelen ser las que sirven para potenciar las buenas: chulería, auto-bombo, ansia de poder… pues bien, personalmente he aprendido mucho esta vez.

La vida es el tiempo que pasa entre el nacimiento y la muerte, llena de triunfos y fracasos, los triunfos, resultado del trabajo, se disfrutan, los fracasos, de los fracasos siempre, siempre, siempre se aprende.

PD: ¿Pensabais que no iba a decir a qué viene esto? Pues bien, no lo voy a hacer, es más, dentro de unos meses tendré que pensar por qué lo escribí, ser más sabio no implica tener más memoria. En cualquier caso GRACIAS por la lección.