¿Inclusión? ¿De verdad?

El gobierno vasco ha decidido que los alumnos y alumnas de la ESO en Euskadi vuelvan a la jornada partida, un año después de regalar esta posibilidad ante las condiciones pandémicas, parece que no se ha dado cuenta de todo lo bueno que ha traído.

Parece ser que el problema es por un tema de inclusión, en ciertos entornos consideran que se reducen las desigualdades sociales manteniendo los horarios de tarde, alguien se ha atrevido a decirme que “así están todos los chicos y chicas ocupados en lo mismo”. En fin, podríamos hablar de aquello de las minorías mayoritarias, pero eso es otra historia y debe ser contado en otra ocasión.

El caso es que parece que un centro escolar (concertado o público, da igual) puede acogerse a la jornada continua si ofrece una serie de actividades o extraescolares gratuitas por las tardes… esto sólo lo hacen los centros públicos, que lógicamente pagan estas extraescolares contra el presupuesto del centro, que se paga con los impuestos de todos… curioso modelo de inclusión, ciertamente.

El País Vasco y Cataluña son los dos únicos sitios de toda España donde la jornada continua no ha conseguido abrirse camino (cosas de las competencias delegadas). En ambas comunidades primaria tiene jornada partida y secundaria, en el caso de Euskadi un tercio tiene jornada continua, el resto no lo pueden hacer, y en Cataluña andan algo mejor, ocho de cada diez centros tienen jornada continua.

Os dejo la consulta que he enviado al buzón correspondiente del gobierno vasco… que por cierto, no me han contestado nada y han pasado ya como cuatro días. La consulta recoge mi opinión y la del 100% del colectivo con el que he hablado del tema:

Buenos días,

Escribo este mensaje como padre preocupado por la educación de sus hijos/as al que la pandemia del COVID ha enseñado múltiples cosas, una de ellas tiene que ver con el modelo educativo y necesitaría conocer información y posibilidades ante una inmensa mejora que hemos detectado las familias.

Este pandémico año, en el que hay que agradecer a los profesores e instituciones los esfuerzos para convertirlo en un curso académico normal, hemos comprobado como los chicos/as de secundaria, de manera extraordinaria, tenían clase en horario de jornada continua. Ha sido bueno con toda certeza para controlar la pandemia, pero hemos descubierto que las cosas pueden cambiarse y que algo que se hace de una manera por rutina puede mejorarse mucho con un cambio inesperado como la pandemia.

Los chicos/as de secundaria han sido capaces (en líneas generales) de disponer de más tiempo para organizar sus estudios, sus tareas… y es que antes de la pandemia la carga de trabajo a realizar en casa por parte de los chicos/as era motivo de debate, y este curso académico ese debate ha desaparecido.

Y ha desaparecido precisamente porque el horario continuado ha supuesto, con sorpresa general, que los chicos y chicas hayan aprovechado de una manera brillante la situación:

  • Se han organizado mejor a la hora de estudiar (disponen de más tiempo)
  • Se han organizado mejor con otras extraescolares (disponen de más tiempo)
  • Se han responsabilizado mejor de todas sus tareas (disponen de más tiempo)
  • Se han quitado una carga de stress que no es buena para ellos (disponen de más tiempo)… ni para las familias

Preguntando por el motivo de la suspensión de la jornada continua, desde la consejería se ha aludido a temas de inclusión social, por aquello de tener a ciertos colectivos desfavorecidos con las mismas oportunidades educativas que al resto. Les honra que piensen en la inclusión social, puedo entender que en ciertos entornos sociales tener a los chicos/as estudiando mañana y tarde sea bueno. Pero en ciertos entornos supone no aprovechar una ventaja educativa, económica y de salud.

Me explico, ventaja educativa, como no quiero repetirme me iré a los puntos “disponen de tiempo”, han sido más productivos, han estudiado mejor, se han responsabilizado más.

Ventaja económica, a día de hoy, hay chicos y chicas que al no disponer de tiempo dejan extraescolares que les podrían aportar mucho (estudio de idiomas, nuevas tecnologías…) no las realizan, y esto supone pérdida de puestos de trabajo importantes.

Ahora hablemos de temas de salud, con el horario de tarde muchos dejan cualquier actividad deportiva, son las primeras actividades en sufrir la desaparición de los chicos y chicas vascos, que priorizan, porque “no llegan”, los estudios ante el ejercicio físico.

Y esto nos lleva de nuevo a la ventaja económica, problemas de sedentarismo causados por múltiples factores, entre ellos la tendencia a estar horas y horas entre clases, colegios, y horas de apoyo para estudiar… una auténtica rueda que nos lleva a problemas de salud, importantísimos para el bienestar de los chicos y también una carga más para el sistema sanitario ¿no hablamos de obesidad en nuestros jóvenes?

Entiendo los motivos que se aluden desde el departamento de educación, pero creo que en ciertos entornos sociales, deberían dejar a los consejos escolares decidir en cada centro si la jornada continua desde secundaria aporta o quita valor a la educación de los alumnos/as del centro.

Darían una gran noticia a la familia educativa si reconsideraran la postura de vuelta al horario partido… pero es que como he descrito, creo que hay muchas más ventajas.

Un saludo y gracias por su tiempo.

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